miércoles, 10 de noviembre de 2010

Gazzz!

Ya tenía ganas. Había contado cada segundo para volver a verte, y por fin lo hacia de nuevo. El tiempo es tan lento lejos de ti...

Empezamos nuestro fin de semana conduciendo, lo acabé conduciendo, a mitad estuvimos conduciendo y el poco tiempo que no lo hicimos lo pasamos viendo a gente conducir. Normal que me pasase tan de prisa!

Es curioso el hecho de pasar tanto tiempo conduciendo y, pese a que disfruto haciéndolo, lo mejor del fin de semana haya pasado sin hacerlo... Poder pasear contigo, poder cenar contigo, poder dormir contigo. Pequeños y cotidianos detalles que desgraciadamente no son tan cotidianos para nosotros han llenado un maravilloso fin de semana...

Sabes? Hacía mucho tiempo que no lo pasaba tan mal como en la estación del tren... Te vi perderte en las entrañas de esa enorme serpiente de metal que te llevaría lejos y sentí sobre mi todo el peso del mundo, me sentí débil, pequeño, impotente... Quería pasar la miserable línea que nos separaba, cogerte fuerte del brazo y llevarte fuera de todo aquel tumulto, marcharnos a casa los dos y decirte que ya no me separaría de tu lado, pero sabía que no podía... Pero te prometo que podré, y espero poder pronto, porque las esperas sin ti son simplemente insoportables...

Te echo muchísimo de menos pekeñaja...

No hay comentarios:

Publicar un comentario